segunda-feira, 22 de fevereiro de 2010

El colegio fisterrán Fin do Camiño continúa por tercer año con su equipo de mediación escolar

P. B. M. La Voz de Galicia 22/9/2009

El instituto Fin do Camiño de Fisterra mantiene por tercer año consecutivo el llamado equipo de mediación escolar. Se trata de una iniciativa con la que intenta resolver los problemas entre alumnos a través de una vía pacífica: el diálogo. Este proyecto se ha puesto en marcha en varios institutos desde hace ya algunos años y el fisterrán es uno de ellos.
Explica su director, Javier García, que lo que se pretende es que «se un rapaz ten un problema con outro, solicítase a axuda dun mozo que fará de mediador no conflito, axudándolle ás partes a chegar a un acordo, de xeito que o problema se acabe resolvendo pola vía do diálogo e sen chegar a otras medidas, como poden ser os partes». Son jóvenes comprometidos que han recibido un curso de casi 30 horas y que, por tanto, tienen una formación mínima en esto de la mediación. Así, cuatro de ellos participarán en el próximo mes de octubre en el encuentro de mediación escolar que se celebrará en Lugo. Este año, en el instituto fisterrán, además, se ha implatado la figura del «alumnado axudante», así como el un equipo de biblioteca para la animación de la lectura.
Aula de convivencia
El centro que en este curso dirige Javier García fue pionero el curso pasado en la implantación de la llamada «aula de convivencia», unn espacio con tres vertientes: el aula como reflexión, el aula como trabajo y el aula como observatorio. La primera vertiente hace referencia a las entrevistas que, para aquellos jóvenes que interrumpen el normal funcionamiento de la clases, son llevadas a cabo en dicha aula. Se trata de «arrancar neses rapaces un compromiso de mellora». La entrevista no duraría más de unos 10 o 15 minutos. De ello se encarga un equipo de profesorado formado en la resolución de conflictos. Si el joven pasa varias veces por ese apartado y las entrevistas no ofrecen resultado, se pasaría a la vertiente de trabajo, en la que el alumno debería realizar los ejercicios de la asignatura pertinente, así como unas fichas de reflexión.Por el aula de convivencia pasan, por tanto, todos los problemas del centro. Se convierte así en un «gran ollo ou observatorio», según palabras del propio director, para ver qué clases o qué horarios son los más conflictivos y tomar medidas.

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