sábado, 28 de novembro de 2009

Exemplo de mediación escolar

Las víctimas de abusos sexuales en la infancia evitan comunicarlo


Sólo el 30% lo contó en su día a sus familiares

ANNA FLOTATS - El País - 12/10/2009

Vergüenza, culpa y miedo. Son los tres muros que se alzan ante las mujeres que han sufrido abusos sexuales en la infancia y adolescencia cuando quieren compartir su experiencia con familiares o amigos. Sólo una de cada tres vence esos obstáculos, según un estudio elaborado por 24 psicólogas del Programa de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva (PASSIR) que entrevistaron a 1.015 mujeres, de las que 365 habían sufrido abusos. Lourdes Lopetegui, una de las autoras del análisis, dice que la mayoría de niñas que pasan por ese calvario "se sienten responsables y temen que no se las crea o se las juzguen negativamente". Muchas tienen el recuerdo dormido: el 30% de las mujeres que en la entrevista confesó haber sufrido abusos lo contó en su día a familiares, amigos o psicólogos.

Las que optan por guardarse el secreto se sienten indefensas y callan por miedo a represalias. "Muchas veces el abusador amenaza a la víctima con actos agresivos y la avisa de que, si confiesa, puede causar problemas en la familia, como la separación de sus padres", dice Lopetegui. "Ese temor al desequilibrio familiar unido al miedo de ser consideradas responsables del abuso" amedrenta a las jóvenes. Las víctimas prevén una reacción negativa de su familia y lo cierto es que sólo la mitad de las que reveló su experiencia recibió apoyo. Una de cada cinco fue culpabilizada del abuso y el resto recibió indiferencia. "Algunas familias lo aceptan, pero otras se convencen de que no es grave, y que es mejor olvidar", cuenta Lopetegui. El 33% de las madres de las víctimas reaccionó de esa forma.

Tres de cada cuatro víctimas menores de 13 años recurren a sus madres. Y reciben más apoyo a esa edad que en la adolescencia. "Una niña no tiene la capacidad de mentir sobre esos temas. Y la madre, aún muy ligada emocionalmente a su hija, se siente obligada a responder contundentemente", sostiene la Lopetegui.El estudio, elaborado con la colaboración del Instituto de Investigación en Atención Primaria Jordi Gol, coincide con las conclusiones de otros trabajos americanos que subrayan que la madre cree más a la hija cuando el agresor es el padre biológico o un familiar próximo -el 75% de los abusos estudiados por las psicólogas- que cuando se trata de su nueva pareja. "A una mujer que ya ha roto una relación le cuesta más aceptar el abuso en su nueva familia. Admitirlo supondría otro fracaso y por eso lo niega, es una forma de proyectar su culpa", arguye Lopetegui. Ante una confesión, la madre busca fórmulas para sentirse inocente. Por ejemplo, le cuesta más creer la acusación si está en casa durante los hechos. Su presencia la hace, en cierto modo, cómplice con el agresor y por eso prefiere cerrar los ojos.

Los amigos cobran protagonismo en la confesión de los abusos entrada la adolescencia. Las mujeres entrevistadas que explicaron su historia cumplidos los 13 años lo hicieron, en igual porcentaje, a madres que a amigos. "En la adolescencia, los abusos suelen ser más graves y las jóvenes que los sufren", apunta Lopetegui, "son consideradas a veces incitadoras". Sólo el 10% de las mujeres que reveló su experiencia escogió a psicológicos o terapeutas como confidentes. La ocultación de los hechos hace disminuir la confianza de la víctima e incrementa su culpa. "La joven sufre fuertes sentimientos negativos, no sólo hacia el agresor, sino hacia sí misma por no haber sabido defenderse".

Rescatar del olvido estas historias y atender a las víctimas de la mejor manera posible es el objetivo de las psicólogas del PASSIR. El equipo de investigación, dirigido por Sílvia López, insiste en que el abuso sexual en la infancia es "un problema social y de salud pública que tiene repercusiones en la vida y la salud física y mental de muchas mujeres a corto, medio y largo plazo". Detectarlos a tiempo y tratarlos profesionalmente, dicen, evitaría desigualdades y contribuiría a la "prevención primaria de la violencia machista".


Las cifras del estudio

- 1.015 mujeres que se tratan en el Programa de Atención Sexual y Reproductiva participaron en el estudio.

- Procedencia. El 34,2% de las nacidas en Cataluña relató haber sufrido abusos sexuales en la infancia. El porcentaje aumentaba hasta el 60,5% entre las que procedían de Latinoamérica.

- Secreto. Sólo el 34,4% de las víctimas lo c0ntó. De las que lo hicieron, el 63,5% acudió a su madre, el 28,8% a amigos y el 9,6% a profesionales. Al 18,2% le culparon de lo sucedido.

- Más malos tratos. El 21,8% de las víctimas dijo que ha vuelto a sufrir agresiones sexuales posteriormente. El porcentaje entre las que no padecieron se reduce al 8,3%.

- Condustas de riesgo. Mientras que el 38,3% de las mujeres víctimas de abusos se ha expuesto alguna vez a contagios por no usar el preservativo, sólo el 23,9% de las que no sufrieron ha corrido ese riesgo alguna vez en su vida


sábado, 21 de novembro de 2009

"Bullying": o acoso escolar levado ao cine

«Bullying» leva á pantalla un cru retrato do acoso escolar
Efe 20/10/2009

A nova película de Josecho San Mateo, Bullying , fala claro e sen paliativos sobre o acoso escolar e as vivencias infernais que moitos menores sofren a diario dentro e fóra das aulas.
Logo de Atasco na Nacional (2007), o director madrileño cambia radicalmente de ton e deixa atrás a comedia para presentar un filme de denuncia con algúns episodios de terror realista.
Tras a morte do seu pai, Jordi (Albert Carbó), un mozo adolescente de 15 anos, múdase xunto á súa nai (Laura Conejero) a Barcelona, onde empezará unha vida marcada polo encontro co seu novo compañeiro de instituto, Nacho (Joan Carles Suau).
A intimidación, a chantaxe e a humillación empezarán a formar parte da cotidianeidad de Jordi, que sufrirá constantes mostras de violencia física, pero sobre todo psicolóxica. «Hai xente que di que nos pasamos, pero eu creo que nos quedamos curtos en canto ás idades. Se volvese filmar a película, faríao con nenos de nove anos», sinalou o director na presentación da longametraxe. San Mateo, que xa reflectira o universo adolescente en Báilame a auga (2000) cuns novísimos Unax Ugalde e Pilar López de Ayala, volve inspirarse nos mozos neste novo filme, ao sentirse «moi preocupado» por este colectivo. Bullying saca á luz dous novas valores -Carbó e Suau-, de quen San Mateo presume.

sexta-feira, 20 de novembro de 2009

Resolución de conflitos, por Mª José Díaz Aguado

Resolución_de_conflitos,_mediación

Agresión sexual en grupo a dos niñas en el autobús escolar


Diez menores abusan de compañeras - El chófer no hizo nada ante los gritos de las chicas
F. JAVIER BARROSO - El Páis - 29/10/2009

El viaje de regreso desde el instituto Atenea de Villalbilla hasta Loeches (6.200 habitantes) se convirtió el pasado jueves en un auténtico suplicio para dos niñas. Las dos menores, de 12 y 13 años, fueron sujetadas por las muñecas y los pies por una decena de compañeros. Después las sometieron a tocamientos en sus partes íntimas, sin que el conductor del autocar hiciera nada para impedirlo, según la versión de las niñas. Los padres han denunciado los hechos y piden responsabilidades al chófer por no haber evitado la agresión que sufrieron las adolescentes.
Los hechos ocurrieron por la tarde, cuando se montaron en el autobús 17 alumnos del instituto Atenea, en Villalbilla. El regreso a Loeches, donde viven todos estos jóvenes, supone media hora de trayecto. Aún no había arrancado el autocar cuando empezaron los problemas para las niñas. Dos de sus compañeros gritaron "¡Vamos, a por las dos!". Y un grupo de unos diez chicos las rodearon y las inmovilizaron. Una de ellas, la mayor, intentó zafarse de sus atacantes. Se levantó y salió hacia el pasillo, mientras se defendía a patadas. De poco le sirvió. Al igual que la otra víctima, la sujetaron por las muñecas y los pies y le impidieron que se moviera. "Además del trauma, mi hija tiene ahora moratones por las piernas de cuando intentó defenderse", explica Dora, la madre de la chica de 13 años.
Todos los chavales, excepto cinco, se arremolinaron en torno a las dos chicas, que estaban en asientos distintos. Los 10 agresores comenzaron a turnarse en los tocamientos que sufrieron las niñas. Las sobaron en sus partes íntimas e incluso obligaron a las niñas a tocar los órganos genitales de sus compañeros, según el relato de las menores. "Quita que ahora me toca a mí", se decían unos a otros mientras una parte de los atacantes se aseguraban de que las niñas no se movieran de los asientos.
Cuando el conductor subió al autocar no puso orden, pese a que los chavales estaban fuera de sus asientos, algunos de ellos de pie. Dos de los alumnos que no participaron en el abuso intentaron contarle lo ocurrido. Los compañeros se lo impidieron. "Como digáis algo, os partimos la cabeza", les amenazó el resto. Los chicos quedaron amedrentados y no pudieron hacer nada.

terça-feira, 17 de novembro de 2009

Lo que los niños del rural saben y no les sirve para aprobar


Un estudio muestra la mayor tasa de abandono escolar en niños del campo
PABLO LINDE - El País- 06/11/2009

Ni siquiera el profesor sabía lo que quería decir la palabra badil. Sólo tres alumnas conocían su significado. No eran las más brillantes ni las más empollonas. Pero tenían algo en común: las tres procedían de ámbitos rurales. Y no fue una casualidad. Es muy frecuente que los estudiantes hijos de familias campesinas tengan mayor riqueza de vocabulario que quienes proceden de la ciudad. Lo ha comprobado el doctor Santiago Prado Conde quien, en una tesis doctoral, también constató la mayor tasa de abandono de los estudiantes de pueblos y aldeas. De este, entre otros problemas, se hablará entre hoy y mañana en Boimorto (A Coruña), dentro del IV Encontro de debate sobre a educación no medio rural.
Prado llevó a cabo su estudio en Melide, donde nació. Una de sus conclusiones es que en la escuela se desaprovechan los conocimientos que los alumnos atesoran fuera del ámbito urbano; eso tiene parte de la culpa de esas tasas de abandono. "En la escuela se suele evaluar más la comunicación escrita que la oral. Si no se sabe canalizar la riqueza de vocabulario hacia los textos, es probable que todos esos conocimientos no le sirvan de nada al niño", explica el doctor como ejemplo del desaprovechamiento de las competencias de los alumnos del rural.
En la investigación se encontró con otra anécdota significativa. Seleccionó a 70 alumnos hijos de campesinos e hizo con ellos una excursión a un instituto de ciclos formativos relacionados con el mundo agrario. "A la hora de comer estuve a solas con los profesores del centro. Me dijeron: 'Cómo se nota que has traído a los mejores'. Se quedaron muy sorprendidos cuando les dije que de los 70 sólo uno no había repetido ningún curso", explica Prado. Los que en el aula eran considerados malos estudiantes, poco atentos, desinteresados, se convirtieron en niños participativos y brillantes. "Hay que buscar la fórmula de canalizar eso", repite el doctor de la Universidad Autónoma de Barcelona.
A la vez que se lucha para potenciar las fortalezas, es necesario trabajar para contrarrestar debilidades. En una línea parecida a la de Prado, el pedagogo Xosé Ramos Rodríguez ha encontrado algunas, como la brecha digital que todavía existe entre el mundo rural y el urbano. A la hora de usar el aprendizaje por tareas -enseñar a través de actividades en vez de memorizar textos-, los niños del campo cuentan con la ventaja de tener una mayor familiaridad con lo que les rodea. Pero también necesitan acudir a fuentes de información. "Hoy por hoy, la principal es Internet, una herramienta que habitualmente disfrutan menos", explica. También asegura que es más difícil para los alumnos del campo ejecutar trabajos en grupo fuera del aula por el déficit de las comunicaciones y del transporte público.
Concienciar a los profesores rurales de las fortalezas y las debilidades de estos alumnos es una de las claves para aprovechar unas y vencer otras. Ramos afirma que la mayoría de los docentes de las escuelas rurales viven en ciudades. "Les cuesta más trabajo plantear tareas que se adapten a sus estudiantes y tienen que hacer un esfuerzo de adaptación porque no es lo que viven cotidianamente", dice.
Muchos urbanitas pueden estar preguntándose qué significa la palabra badil. Según el diccionario de la Real Academia Española es una "paleta de hierro o de otro metal, para mover y recoger la lumbre en las chimeneas y braseros". Probablemente hay niños del campo que sí lo sabían.